El maestro vallisoletano de karate, Carlos Garrachón, 8º Dan y director del club Budokan ha sido uno de los técnicos españoles homenajeados por la Real Federación Española de Karate (RFEK) para distinguir a los pioneros y profesores más destacados en el karate y otras disciplinas asociadas. Garrachón recibió de la mano de D. Antonio Moreno, presidente de la RFEK un cinturón rojo y blanco como distintivo a uno de los grados más altos del karate español.El maestro Garrachón se inició en la práctica del karate en 1973, consiguiendo el grado de cinturón negro 1er Dan en 1979, el mismo año en el que comenzó su labor como profesor de este arte marcial en el club Budokan Medina. Los inicios del club Budokan de Valladolid se remontan a 1983, cuando comenzó a impartir clases en el gimnasio del mismo nombre, donde en la actualidad continúa impartiendo clases a centenares de karatekas y desde donde, como 8º Dan, grado que le fue otorgado en 2015, coordina la labor de enseñanza de los numerosos centros de la Asociación Budokan, desde la que se promociona este deporte por todos los rincones de Valladolid, así como en otras provincias de Castilla y León. Esta labor de formación y difusión del karate se plasma en los más de 10000 personas que han practicado alguna vez karate bajo su dirección, los cerca de 300 cinturones negros que han sido formados por el propio Garrachón o por alguno de los más de 60 profesores a los que él ha enseñado y transmitido su experiencia, o los más de 200 competidores de alto nivel del club, entre los que figuran numerosos medallistas en campeonatos nacionales. Es por esto y más que el club Budokan es desde hace muchos años el más destacado en la región en la labor de promoción del karate y siempre está entre los mejores en la faceta competitiva. No obstante, no es la faceta competitiva la que se prioriza en sus clases, sobre todo a raíz de su viaje a Japón en 1984, viaje que le permitió conocer de primera mano la fascinante cultura japonesa y que influyó de sobremanera en su método de enseñanza, dando una mayor preferencia al karate como arte marcial que al karate deportivo y resaltando elementos como: paciencia, constancia, nobleza, respeto, espíritu, sentimiento, cortesía, lealtad, etc. Otros méritos que jalonan el amplio historial de este polifacético artista marcial son el haber entrenado con los más prestigiosos maestros y pioneros japoneses del karate (Nakayama, Osaka, Kanazawa, Kase y, así, un largo etcétera), sus grados y títulos en otras disciplinas como el Kick-Boxing, el Kung-Fu o el Goshin, o los numerosos cargos ostentados en la Federación de Karate de Castilla y León (FKCyL) y en la RFEK, de la que fue miembro de su Comisión Técnica Nacional. En la FKCyL es actualmente el Director de su Centro de Tecnificación y ha sido Vicepresidente, Director del Tribunal Regional de Grados y seleccionador regional en kata y kumite.